Cada número de la Revista planteará una Pregunta Frecuente para debatir. El énfasis en la discusión se basa en la noción de que las preguntas se plantean como los puntos de partida para el diálogo y no en busca de respuestas. En el espíritu de la revista como un formato para el intercambio, habrá múltiples conversaciones-iniciadores a cada pregunta. Reflexiones-debates se presentan por primera vez en Inglés, seguida de la traducción en Español. Se invita a los lectores a enviar sus respuestas a la pregunta, así como su compromiso con las respuestas iniciadores. Los lectores están invitados a formular preguntas para la sección de Preguntas Frecuentes de los próximos números de la revista. (Para publicar, por favor desplazarse hasta el final de la página para la casilla de Comentarios.)
Pregunta: “¿Qué es colaborativo y qué significa en colaboración?”
Iniciadores de Conversación: Sophie Holmes, Gilberto Limón Arce
Sophie Holmes
Melbourne, Australia
Gilberto Limón Arce
México D.F.
Sophie:
La parte esencial de nuestra humanidad es el encuentro relacional significativo y genuino, primeramente en nuestra familia, y luego en los grupos más grandes de amistad, escuela, comunidad, terapia, trabajo, iglesia, ciudad y país, etc. Gerald Edelman, (2006) premio Nobel en Neurociencias, al describir su investigación sobre cómo surge la conciencia, no sólo respalda la idea de que la experiencia relacional colaborativa de “juntos en esto” crea nuestra mente, sino que describe nuestra mente y la experiencia de nosotros mismos como simultáneamente integrado en la matriz relacional y plasmado en las experiencias que surgen dentro de nosotros. En efecto, hemos sido creados seres en colaboración y nuestras mentes son una parte esencial de esa creación.
Cuando de manera natural buscamos experiencias de colaboración ya sea verbales o no verbales, y mientras que en el acto de la experiencia de colaboración significativa, nuevas ideas y nuevas experiencias se crean, y nuevas dimensiones de nosotros mismos aparecen. Es en estas experiencias que hay un flujo libre de ambas ideas y estados emocionales como la calidez, la intimidad, la tranquilidad y la profundidad de la confianza y la conexión son a la vez creadas, y dichas experiencias previas reaparecen. En contraste con la colaboración son las experiencias de la dominación y la sumisión relacional donde, ya sea dominante o en la posición dominante o en la de sumisión, las experiencias de nosotros mismos se vuelven emocionalmente distantes, frías, inseguras, repetitivas, restringidas, arraigadas y la inflexibilidad se convierte en una característica dominante del encuentro relacional. La experiencia de la dominación y la sumisión pueden funcionar bien para reducir la tensión y la incertidumbre mediante la creación de la previsibilidad y la pseudo-seguridad, pero no la seguridad emocional genuina de un compromiso de colaboración y que fluye.
Las relaciones y conversaciones de colaboración que marcan la diferencia pueden resumirse en la siguiente frase;
Dos verdades se aproximan entre sí. Una viene de dentro,
Una viene de fuera-y donde se encuentran tienes la oportunidad de
Echar un vistazo a ti mismo. “(Transtromer, 2001, p. 32).
Gilberto:
Considero que la colaboración, como muchos otros términos, ideas y conceptos, difícilmente podríamos atribuirle un significado si no la vinculamos con un marco de referencia que pueda proporcionarle un sentido más esclarecedor, útil y contextualizado. Y me parece que en este caso se trata de un término elegido por Harlene Anderson para enfatizar uno de los componentes más representativos/significativos de su apreciable manera de hacer terapia. Por tanto, lo considero como un término, idea o concepto que es inseparable de los demás componentes de su propuesta.
Lo importante, en mi opinión, es no atorarnos con la palabra (o en su etimología) o tratar de definirla/comprenderla al margen de su contexto, sino con el ‘espíritu’ o significados que envuelven la idea de la colaboración suscrita por Harlene, o con la idea de estar con nuestros consultantes… ‘en colaboración’.
¿Colaborar con Quién, para Qué y con Qué Propósito?
Yo particularmente lo contemplo como un término, idea o concepto que me ayuda a mantener una conversación amable, comprensiva y respetuosa con nuestros consultantes (clientes), para poder involucrarme con ellos en un diálogo hermenéutico (interpretativo) y construccionista que les permita ampliar sus márgenes de libertad (tanto en lo que se refiere a los sistemas de significados que gobiernan sus vidas como en la manera de relacionarse con los demás).
Pero también me lleva a considerar más ampliamente el contexto que envuelve tanto a la propuesta colaborativa como al construccionismo social. Es en este punto donde pienso que la colaboración adquiere un significado que nos acerca a la responsabilidad que tenemos con nuestros consultantes (y para nosotros mismos como actores sociales), sobre todo si queremos relativizar sus formas de vida, resignificar sus experiencia, favorecer la generación de nuevos y más apropiados significados, o involucrarnos con ellos en un diálogo transformador positivo (como lo señala Kenneth Gergen en su respuesta a las FAQ en el número tres de esta misma revista). Porque, en mi opinión, no se trata de una colaboración para que ellos ‘puedan crear a su antojo el universo cada vez que comience’, como decía Isaiah Berlin de los Románticos (no en mi manera de hacer terapia), sino para reflexionar/dialogar/colaborar con ellos en la construcción de nuevas formas de verse a sí mismos y de relacionarse mejor con su entorno significativo (sin descuidar la dimensión política de mi propia práctica terapéutica).
Como lo señalaron Gergen y Warhus en otro momento, ‘el trabajo terapéutico necesariamente implica una forma de activismo político y social, se reconozca o no, y cualquier acto dentro de la sociedad crea su fututo, para bien o para mal’. De ahí la sensibilidad y responsabilidad que contemplo para mi manera de estar en colaboración con nuestros consultantes, y de ahí también mi apreciación de la ‘filosofía’ que envuelve la propuesta colaborativa de Harlene.
Referencias
Anderson, H. (2007). The heart and spirit of collaborative therapy: The philosophical stance – “A way of being” in relationship and conversation. In H. Anderson & D. Gehart (Eds.), Collaborative therapy: Relationships and conversations that make a difference (pp.99-108). NY: Taylor and Francis
Anderson, H. & Gerhart. (2007). Collaborative therapy: Relationships and conversations that make a difference. NY: Taylor and Francis.
Edelman, G. M. (2006). Second nature: Brain science and human knowledge. New Haven: Yale University Press.
Transtromer, T. (2001). The half finished heaven: The best poems of Thomas Transtromer. (R. Bly, Trans.). US: Graywolf Press.
Nota de Autor
Dr. Sophie Holmes
Director Williams Road Family Therapy Centre,
Melbourne, Australia
sophie@williamsroad.vic.edu.au
Gilberto Limón Arce
Facultad de Psicología, UNAM, México
Associate Taos Institute
limon@servidor.unam.mx
Nota del Traductor
Fabiola Latisnere
Lic. Comercio Exterior
Universidad del Valle de México
México City
latisneregf@yahoo.com